Yo nunca
creí que eras diferente al resto ni nunca te
pedí mas de lo que
podías dar. En
ningún momento te deje de querer, mas
allá de todas las cosas que me
hacían enojar. Mas de una vez te dije alguna
mentirita piadosa
así habrías los ojos y te dabas cuenta que estaba
ahí,
esperándote. Ciertas
mentiritas piadosas eran/son verdad. Me acordaba de vos cada momento, cada canción. Yo no te
exigí que me quieras, pero si fue algo que me hubiera encantado. Por momentos me
sentía feliz al haberte conocido y
había días enteros que te
maldecia.
Con algunas de tus actitudes a veces entiendo que es mejor no seguir en esto que no nos lleva a ninguna parte. No voy a mentir y decir que no me lo esperaba, pero no quiero que se siga arruinando todo. Entiendo que
quizás te importe y me quieras y no lo sepas como demostrar pero también sé que hiciste algo que no
tendrías que haber hecho. Te quiero mucho como para decir adiós y te quiero aun más como para dejar que me lastimes. Sin embargo, no puedo
hechar el tiempo atrás. Siempre hacemos las cosas porque queremos, nadie nos obliga, como nadie me obligo a quererte o como nadie te obligo a que me elijas ese
día. Ya no nos queda nada por hacer. Ahora es cuestión de suerte.